viernes, 9 de septiembre de 2011

Mendoza tierra del sol y del… ¿Sin paneles solares?

Parece una obviedad pero no todos se han dado cuenta. Nuestra tierra querida, tan conocida por sus vinos y su cielo soleado, no tiene paneles solares. O al menos, no todos los que podría y debería tener. Tengamos presente que la utilización de la energía solar ha ido creciendo a nivel mundial y lo ha hecho por los siguientes motivos:
  • El precio del petróleo ha ido subiendo.
  • Las reservas del mismo se están consumiendo poco a poco (fuente tradicional de energía).
  • Por ser una buena alternativa contra la lucha del calentamiento climático.
Sin lugar a dudas la energía solar constituye una buena opción. Además de no producir gases que promueven el efecto invernadero y el recalentamiento global, también es una energía inagotable al alcance de todos. Lograr un uso intensivo de la energía solar en Mendoza y en Argentina permitiría una gran independencia energética de otros países (no hay que olvidarse que en este momento la Argentina está importando combustibles de países como Venezuela y Gas de Bolivia).
Podría decirse que la utilización de los paneles solares es inevitable. En algún momento se va a constituir junto con la generación eólica en uno de las principales maneras de generación de energía. Ahora, la pregunta es: ¿Cuándo vamos a tomar en serio el tema en Mendoza y vamos a poner manos a la obra? En Mendoza no existe una política concreta y efectiva que promueva la instalación de los paneles fotovoltaicos (generación de electricidad) y paneles térmicos (utilizan la radiación para calentar agua).  Cada año el sol arroja unas 4 mil veces más energía que la que consumimos, lo cual hace que sea una fuente casi inagotable de energía. Sin embargo en nuestra provincia no se aprovecha prácticamente, fuera de algunos paneles solares puestos en zonas rurales para puesteros, no hay aprovechamiento de la energía solar.
Probablemente la principal desventaja de este tipo de generación de energía sea el costo de inversión. Y muchos pensarán que para nuestro país no está al alcance de la mano, hoy por hoy, esta tecnología. Lo cierto es que si bien es caro invertir en los paneles solares, una vez colocados y puestos en marcha no es necesario hacer nuevas inversiones de dinero. En cambio en otras fuentes de energía (incluso la eólica, dado las partes móviles   que el sistema  de generación  basado en transformación mecánica de una energía cualquiera en eléctrica posee, por ejemplo  eje que soporta  las aspas, etc.) es necesario un mantenimiento constante  y caro (dado la altura en la que se colocan estos equipos). Por otro lado, los gobernantes tendrían que tener presente los millones de pesos que todos los meses el estado gasta en subsidios energéticos. Subsidios que  son necesarios pero  que se van todos los meses y que no vuelven. Una alternativa interesante sería, tomar un porcentaje de los subsidios e invertirlo en generación de energía solar, cuya obtención es sumamente barata (el sol es una fuente energética gratuita) e ir reduciendo poco a poco los subsidios a la generación de energía de manera tradicional que genera contaminación y en donde no hay retorno del dinero.
Otro punto a considerar es que la provincia, en el caso de implementar un subsidio o estímulo a la energía solar, podría poner como condición que los paneles solares sean producidos en Mendoza. De esta manera se promueve la creación de trabajo en la provincia y desarrollando una nueva industria con posible crecimiento en el corto y mediano plazo.
No sólo la provincia sino el país han venido creciendo económicamente los últimos 8 ó 9 años por lo cual el implemento de políticas de este tipo, aunque sean a muy pequeña escala son posibles. Entre todos hagámosle saber a los gobernantes de la necesidad de políticas que promuevan el bienestar no sólo al corto plazo sino también al mediano y largo plazo.